Por lo que se le abren dos nuevos escenarios. El primero de ellos pasará por encontrar la forma de mantener la punta del certamen con su motor y el segundo abre el interrogante de cómo podrá sobrellevar el hecho de no contar más con la abismal diferencia del motor de Tagliarino.
Donde las pocas chances de la oposición se disiparon el primer giro, luego de que Sebas González picara mejor que Cifre; pero al pisar la recta larga se lograba distanciar del nro. 15 del ranking. Este, por su parte, tenía el asedio de Miguel Ciaurro.
Mientras que, antes cumplir el primer giro, se producía un impresionante despiste de Carlos De Ley, que también excluía a Maxi Sangalli, cuando al misionero se le rompía la llanta trasera izquierda en el curvón que lleva a la recta de boxes.
Con Cifre en otra historia, González, Ciaurro, Castellano y Gabo Gay se debatían por los lugares de escolta. Hasta que después de la mitad de carrera se producía un toque, a la salida de la chicana, entre Castellano y Ciaurro; cuando el primero intentó la superación por fuera y el santafesino le dejó el auto puesto. Entendiendo el C.D. que la maniobra de Miguel era pasible de una sanción, la cual consistió en el retraso de dos puesto en el clasificador final.
La final, con pocos sobresaltos y un solo ingreso del Pace Car, quedó en manos de Simón Cifre; quien obtuvo así su tercer suceso del año. Siendo segundo Gabo Gay, ahora también con la motorización de Tagliarino y tercero finalizó Sebastián González; que obtuvo su mejor resultado en el 600-TS en una carrera en la que tuvo altibajos y un cierre que le abre esperanzas para la fecha de Rafaela. En pista, llegó cuarto Ciaurro, pero ante la penalización retrogradó al sexto puesto; por detrás de Aimar y Santi Castellano.
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